Todos, de algún modo u otro hemos oído hablar del cáncer, sobretodo en adultos; sin embargo hoy quiero dedicar esta entrada al cáncer infantil. Esta enfermedad tanto en niños como con adultos está muy estigmatizada y se suele asociar a pensamientos y sentimientos negativos por desconocimiento, tanto por parte del enfermo como de amigos y familiares. Sin embargo, de unos años para acá se está empezando a hablar de experiencias de crecimiento, de un fenómeno positivo asociado a la supervivencia ante esta enfermedad; se trata de la resiliencia.
Qué factores se asocian a la resiliencia en el cáncer infantil?
Edad: se ha encontrado que los niños más pequeños son más resilientes ante la adversidad.
Género: aunque hay resultados controvertidos, las niñas con cáncer han resultado ser más resilientes que los niños, sin embargo, influyen también otros factores.
Alta autoestima y alto apoyo socio-familiar: es muy importante seguir manteniendo el contacto con los profesores, con los compañeros de colegio, fomentar la pertenencia y que la familia respete los espacios de su hijo adolescente con cáncer al igual que comprenda la necesidad de un abrazo en determinados momentos aunque no se quisiera en otros.
Humor y pensamiento optimista: me gustaría destacar en este apartado la labor tan bonita que tienen los llamados "payasos de hospital", puesto que se puede perder la salud en un determinado momento de la vida, pero aún con eso hay que luchar por no perder la sonrisa. Esta última y una carcajada a tiempo serán aliadas en el proceso de recuperación.
¿y las secuelas? : son variadas y comunes en los niños y adolescentes que han sobrevivido a un cáncer en la infancia y se piensa que pueden llegar a intervenir en sus niveles de resiliencia; sin embargo, se ha encontrado que aceptando la experiencia como parte de su historia vital, los niveles de resiliencia de los adolescentes que han tenido un cáncer de hueso con amputación de algún miembro son mayores respecto a otros tipos de cáncer y que esto puede llegar a ser así porque esta "secuela" les recuerda lo que han vivido y qué herramientas han utilizado para afrontarlo.
Espero que estas pequeñas pinceladas acerca del cáncer infantil, desde otro enfoque, os hayan transmitido a todos los que me leéis un poco de esa fuerza que les caracteriza. Porque nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo hace, porque dile al débil que es débil y le verás hacer fuerza y ese al que creías débil te infundirá coraje.
Quiero dedicar esta entrada de hoy a todos los que estáis pasando por una situación de salud delicada, ya sea en primera persona o por terceros y por supuesto a todos los que hayáis superado cualquier obstáculo, sea del tipo que sea, porque ya forma parte de tu historia, porque te ha cambiado, porque te ha aportado, porque alguien me dijo una vez que en toda pérdida hay una ganancia y eso quiero transmitiros, que el enfoque depende de los ojos que lo miran.
Esta pequeña reseña pertenece a una revisión que he realizado para mi máster de psicooncología pediátrica; campo por el que siento una vocación inmensa.
Os recomiendo la lectura de "El mundo amarillo" de Albert Espinosa, superviviente de cáncer pediátrico. Os va a adentrar en un viaje maravilloso hacia el reconocimiento de las pequeñas, grandes cosas.
Un abrazo y hasta la próxima entrada.
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