Sobre mí y Boreale
Boreale y el Proyecto RennaC nacen de mi compromiso y vocación por atender las necesidades de salud mental y cognitiva de la infancia y la adolescencia, así como de los familiares, para que puedan tener una mejor calidad de vida a pesar de cuáles sean las circunstancias que les traen a consulta.
Begoña Acosta Díaz
Psicóloga Sanitaria Colegiada - AN12220
Máster en Neuropsicología clínica
Máster en Psicooncología y cuidados paliativos del niño y adolescente
Experta en área infanto-juvenil
Experiencia en diversos contextos: hospitales, consultas privadas, asociación.
Misión
Con el objetivo de concienciar, prevenir, detectar, acompañar, intervenir, sostener y ser guía, nace este espacio de apoyo para las familias, niños y adolescentes que puedan necesitar asesoramiento, atención neuropsicológica y/o atención psicológica.
Trabajo desde una perspectiva integradora y holística teniendo en cuenta la salud, entendida esta como cuatro partes de un todo: la física, la mental, la emocional y la espiritual. Considero estas partes como los 4 puntos cardinales de la brújula de cada uno, que precisan estar en equilibrio y que van a formar parte del camino hacia el cambio.
Los 7 valores por los que elegir Boreale neuropsicología:
· Especialización
· Vocación
· Compromiso
· Escucha y atención plena
· Personalización de las intervenciones
· Objetivos y adaptación
· Investigación y actualización
¿Por qué Boreale?
Boreale hace referencia a las auroras boreales o como dirían en mi querida tierra, Andalucía, “lah aurora boreale”.
Soy originaria de Cádiz y actualmente vivo en el sur, Sevilla y siempre me ha fascinado este potente fenómeno de la naturaleza que sucede en el hemisferio norte.
Estas luces mágicas se pueden ver en la oscuridad de la noche y son el resultado de la energía producida del choque de las partículas del viento solar y las moléculas de aire de nuestra atmósfera con el campo magnético de la Tierra. Son tan mágicas que tienen formas, estructuras y colores muy diversos, cambian rápidamente con el tiempo y van siguiendo al campo magnético de la Tierra.
Todos tenemos luces y sombras y es transitando ambas, como uno las descubre y aprende a calibrar hacía dónde quiere y necesita ir en determinados momentos de su vida.
No solo nos cambia el tiempo como a las auroras, también nos cambian las experiencias que vivimos, los caminos que tomamos, los caminos que nos encontramos, los caminos a los que no esperábamos llegar, los caminos a los que queríamos llegar y no estamos llegando y en definitiva, ¿quién no ha tenido la sensación de estar perdido alguna vez?
Considero que todos tenemos nuestra brújula interna, con nuestras propias coordenadas y nuestro propio matiz de dónde está nuestro norte y nuestro sur.
“No puedo andar el camino por ti, pero puedo acompañarte para que llegues lo más lejos posible”